Dios sana mi corazón y cura mis heridas.
🎆 Lunes 25 de Julio 🎆
*Juan 15:16-17*
“ *No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé. Esto os mando: Que os améis unos a otros* ”
Todos conocemos bien lo que es la aceptación y el rechazo. Cuando intentaste pertenecer a un grupo en la escuela, cuando aplicaste para un trabajo o cuando participaste en un concurso en el que demostraras alguno de tus talentos.
Al ser humano en cualquier momento de su vida lo pueden acompañar los pensamientos: ¿Soy lo suficientemente bueno? ¿Tengo lo que se necesita? ¿Seré elegido? Nuestra cultura tiende a dividir de forma casi recurrente a las personas en dos grupos: los que triunfan y los que fracasan.
Con Dios es diferente. Mientras el mundo nos invita a trabajar por ser elegidos, El Señor nos dice *“yo os elegí a vosotros”.*
No se trata de alguna competencia o elección de popularidad o habilidad, tampoco de una lista de espera, o algún comité juzgando tu accionar o evaluándote.
Se trata de Dios conociéndote, cambiándote, trabajando en ti y aceptándote en tus imperfecciones.
Se trata de Él haciendo de ti, su elección para siempre.
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