A DIOS llamé estando en angustia, Y él me respondió
Salmos 120:1
Nadie como Él siente tu aflicción.
Nadie como Él anhela tu clamor. Digo anhelar porque Él como Padre está deseoso de atender el llamado de todos hijos angustiado y cansado.
Él como Padre solo quiere que encontremos reposo en Sus brazos; pero tenemos que clamar.
Déjame decirte una verdad que, por más que el ser humano huya, ¡Dios va detrás de él! Y no existe lugar, en este universo, a donde puedas esconderte de tu Padre, que llega a ti diciendo: Hijo(a), ¿dónde estás? Vuelve a mí, porque yo te amo. Soy tu Padre; te doy mi perdón cuantas veces lo necesites.
Yo te invito hoy hermano(a) a ser liberado(a) de todo aquello que te ha estado causado angustia, pero tienes que creer y clamar con todo tu corazón. Jer 33:3.
Clama al que te ama. Procura oír la voz de Dios.
¡Dios te bendiga!
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