¿Sabes por qué el cielo es azul?
“Su mensaje llega a toda la tierra, hasta el último rincón del mundo. Allí Dios puso un lugar para el sol’’ (Salmo 19:4).
Experimenta: ¿Sabes por qué el cielo es azul?
Un niño de cinco años me regaló un dibujo. Había pintado sobre una hoja de papel árboles verdes, flores de colores, una hermosa casita de color rojo y un cielo de color morado. Me pareció interesante que iluminara el cielo de un color diferente al real, así que le pregunté por qué. Con mucha seguridad me contestó que el cielo puede ser de cualquier color.
El color del cielo se lo debemos al Sol, a la atmósfera que cubre nuestro planeta y a las millones de gotas de agua suspendidas en ella. El Sol emite rayos de diferentes colores: violetas, azules, blancos, rojos y amarillos. Al llegar a la atmósfera de la Tierra, chocan con una infinidad de gotas de agua. Los rayos rojos y amarillos quedan casi intactos, por eso vemos al Sol de color amarillo encendido. Pero los rayos azules y violetas estallan, se dispersan con los rayos blancos al chocar con las gotas de agua, así que nuestros ojos perciben el estallido de color azul disperso por todo el cielo.
Dios hizo el cielo similar a una enorme hoja de papel en la cual el Sol pinta sus mejores tonalidades azules. Compruébalo tú. Cuanto más brillante esté el Sol, más azul se verá el cielo.
Dios es el Sol de Justicia que puede poner sus mejores colores en tu vida. Déjalo pintar las mejores tonalidades de sus rayos de amor. Tus días dejarán de ser tristes y oscuros. Nada se compara a una vida llena de colores que haya pintado el amor de Cristo
Experimenta: ¿Sabes por qué el cielo es azul?
Un niño de cinco años me regaló un dibujo. Había pintado sobre una hoja de papel árboles verdes, flores de colores, una hermosa casita de color rojo y un cielo de color morado. Me pareció interesante que iluminara el cielo de un color diferente al real, así que le pregunté por qué. Con mucha seguridad me contestó que el cielo puede ser de cualquier color.
El color del cielo se lo debemos al Sol, a la atmósfera que cubre nuestro planeta y a las millones de gotas de agua suspendidas en ella. El Sol emite rayos de diferentes colores: violetas, azules, blancos, rojos y amarillos. Al llegar a la atmósfera de la Tierra, chocan con una infinidad de gotas de agua. Los rayos rojos y amarillos quedan casi intactos, por eso vemos al Sol de color amarillo encendido. Pero los rayos azules y violetas estallan, se dispersan con los rayos blancos al chocar con las gotas de agua, así que nuestros ojos perciben el estallido de color azul disperso por todo el cielo.
Dios hizo el cielo similar a una enorme hoja de papel en la cual el Sol pinta sus mejores tonalidades azules. Compruébalo tú. Cuanto más brillante esté el Sol, más azul se verá el cielo.
Dios es el Sol de Justicia que puede poner sus mejores colores en tu vida. Déjalo pintar las mejores tonalidades de sus rayos de amor. Tus días dejarán de ser tristes y oscuros. Nada se compara a una vida llena de colores que haya pintado el amor de Cristo
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