Entradas

Mostrando entradas de enero, 2020

¡Sus bendiciones abundarán!

Imagen
Algunos dicen que usted necesita  “dar hasta que le duela” .  No lo crea.  Dios no quiere regalos dados con sufrimiento. ¡El quiere regalos dados con regocijo! En efecto, esas son las únicas dádivas que a Él le agradan. Por eso añadió su promesa de abundancia a su mandato de dar con alegría. Los dos principios están conectados. Ofrenda gozosa con plenitud de fe y regocijante:   esa es la llave que abre la tesorería de Dios. ¿Ha visto a un grupo de personas dar de esa manera? Yo lo he visto. Nunca lo olvidaré. El concepto de  “dar hasta que le duela”  no proviene de Dios. El prefiere que usted le dé diez pesos con esa clase de regocijo que 50 pesos con dolor.  En 2 Corintios 8:11-12, el apóstol Pablo insta a la iglesia de Corinto a dar con voluntad dispuesta. Voluntad dispuesta: ¡Eso es lo que Dios busca!   Si no ha dado de esa manera en el pasado, tome la decisión firme de comenzar a hacerlo. Arrepiéntase de las veces en que ha dado de mala gana. Luego pase un tiempo espe

Sanación, fe y Dios de los milagros

Imagen
Tenemos un Dios que escucha nuestras oraciones y es poderoso para sanar. Podemos descansar seguros en la fe de que Dios, que es el Dios de los milagros, escucha nuestras oraciones. Él es un Dios todopoderoso – ni siquiera un gorrión cae a tierra sin su voluntad. Un hombre que había estado enfermo por treinta y ocho años tomó su lecho y se fue como un hombre sano. (Juan 5: 1-17) Jesús puso sus dedos en los oídos de un hombre que era sordo y tartamudo. Suspiró y dijo:  “¡Sé abierto!” , y se abrieron sus oídos y pudo hablar con claridad. (Marcos 7: 32-35) Pedro le dijo a un hombre que hacía ocho años estaba paralítico:  “¡Jesucristo te sana; levántate, y haz tu cama!”  Entonces se levantó de inmediato. (Hechos 9: 32-35) “Se hacían muchas señales y prodigios en el pueblo… y los que creían en el Señor aumentaban más, gran número así de hombres como de mujeres.”  (Hechos 5: 12-15) Hay muchos ejemplos de sanación en la Biblia. Pero, ¿son estos milagros sólo una cosa del pasad